martes, 20 de septiembre de 2016

Tecnología para profesores Erasmus+



Reconozco que llevo mucho tiempo ausente de todo lo que tiene que ver con la formación del profesorado. Hace prácticamente dos años que no asisto a ningún encuentro porque me dejaron de parecer interesantes y empezaba a aburrirme ya que tenía la sensación de estar escuchando siempre a la misma gente hablando de las mismas cosas. Por esa misma razón llevo el mismo tiempo sin impartir cursos o talleres para profesores. He rechazado sistemáticamente todas las propuestas que me llegaban en este sentido porque no me parecía ético ni justo para los compañeros que iba a tener delante hacer algo que ni me motiva ni me apetece hacer.


En todo este tiempo, a parte de a trabajar (obviamente), me he dedicado a participar como alumno en contados cursos relacionados con la docencia (aspectos o ámbitos muy específicos que me interesan especialmente) y, sobre todo, en infinidad de cursos que no tienen absolutamente nada que ver con la enseñanza ni con el mundo de ELE, porque es lo que siento que necesito hacer en estos momentos.


A principios del verano, sin embargo, las compañeras de Educación Digital, con quienes llevo muchos años colaborando en diferentes proyectos, me propusieron impartir una serie de talleres organizados por Tribeka para un grupo de profesores italianos de Erasmus+; y aquí sí que sentí que esto era para mí, sí que se me removió algo por dentro que me animó a aceptar la propuesta.


Se trataba de impartir un total de cuatro talleres sobre (nuevas) tecnologías y un taller sobre en qué consiste y cómo funciona un espacio de coworking, en este caso, The Translation Factory, donde Eduación Digital tiene su sede y del que formo parte desde que abriera sus puertas en febrero de 2013.


La propuesta me enamoró desde el primer momento por dos razones que hacían de ella algo que no tenía nada que ver con todo lo que he había hecho hasta entonces y que a su vez me suponían un reto que me motivaba y al que me apetecía enfrentarme:


  • Tenía que impartir los talleres en italiano que, como muchos sabéis, es mi lengua de especialidad; lengua en la que por desgracia trabajo mucho menos de lo que me gustaría.


  • Los compañeros que iban a recibir esta formación no son profesores de ELE, algunos ni siquiera son profesores de idiomas. Había profesores de materias muy diversas: Inglés, Matemáticas, Historia, Nutrición, Religión, etc. Esto me obligaba a modificar muchos planteamientos que había seguido en talleres similares y a adaptar los contenidos para que fueran significativos para todos ellos.


Además, iba a tener la oportunidad de hablar también sobre la filosofía coworking, un espacio sin el que me costaría entender hoy en día mi vida profesional y en el que han surgido o se han desarrollado la mayor parte de los proyectos en los que he trabajado en los últimos tres años o en los que trabajo actualmente, y me apetecía mucho poder compartir todas estas experiencias con otros compañeros de profesión.


Lo primero que hice fue proponer a todos los profesores que iban a participar en los talleres  que completasen un cuestionario en línea que creé para ellos y que me permitiera elaborar los contenidos del programa en base a sus conocimientos tecnológicos y sus expectativas con respecto al curso.


Ya en Málaga, comenzamos los talleres con una introducción sobre el papel que desempeña actualmente la tecnología en nuestras vidas, reflexionando sobre el uso que hacemos de ella en nuestra vida cotidiana y dentro del aula o fuera de ella pero con fines didácticos. ¿Es realmente necesaria? ¿Qué nos aporta de valor para justificar su uso en el aula? Para mí, y después de muchos años experimentando con la tecnología en mis clases, no tiene sentido forzar su uso en el aula si no somos usuarios activos de esa tecnología en nuestro día a día. Y como ya señaló Tíscar Lara en su momento, tampoco conviene usar la tecnología en el aula si con ella no vamos a hacer algo que no podríamos hacer de ninguna otra forma; si vamos a hacer exactamente lo mismo que podríamos hacer sin ella, ¿tiene sentido usarla? ¿Está justificado su uso? ¿Qué podemos hacer con ella? Sobre este tema os recomiendo la lectura de este post de María Méndez Santos, en el que me basé para crear esta imagen sobre algunos de los usos de la tecnología en el aula.




El uso de aplicaciones móviles en el aula


Este debate nos llevó directamente al uso de las aplicaciones móviles, el primer taller programado para este curso. En él analizamos, de nuevo, el uso que hacemos de estas aplicaciones, el peliagudo tema del uso del móvil en los centros educativos y cómo ha evolucionado el uso que hacemos de dispositivos móviles con fines educativos, para terminar conociendo y probando algunas aplicaciones educativas, otras para crear contenidos y buscando usos didácticos para otras apps que no tienen esa finalidad.



El uso de Facebook con fines didácticos


En el segundo taller, dedicado a los usos didácticos de Facebook, comenzamos debatiendo acerca de las características que hacen de Facebook una buena y posible plataforma para trabajar con nuestros estudiantes. Incidimos especialmente en el tema de la privacidad y analizamos todas las configuraciones para establecer el nivel de privacidad en nuestro perfil que más nos interese antes de lanzarnos a trabajar en Facebook con nuestros alumnos. Una vez hecho esto, vimos cómo crear y configurar un grupo en Facebook y cómo podemos usarlo como herramienta para nuestras clases. Además, creamos nuestro propio grupo que usamos durante el curso y que seguimos usando para poner en práctica todo lo que hemos visto y para que puedan probar y experimentar antes de decidir si quieren usar esta herramienta o no con sus estudiantes. Por último, y ya que algunos de ellos ejercían también labores administrativas en su centro, vimos cómo crear, configurar y usar una página de Facebook para el centro escolar.



Cómo usar las redes sociales en el aula

En este taller debatimos acerca del papel que desempeñan actualmente las redes sociales en nuestra vida tanto personal como profesional y qué ventajas y desventajas pueden ofrecernos en caso de utilizarlas como herramientas didácticas. Asimismo, repasamos algunas de las redes sociales educativas más conocidas/usadas y trabajamos en la adaptación didáctica de otras redes sociales no educativas, como Instagram, Twitter o Pinterest, para elaborar un banco de posibilidades de usos didácticos en función de las asignaturas que impartían cada uno de los participantes en el taller.



Cómo usar un blog educativo

El último taller programado sobre tecnologías estaba dedicado al blog. En él hicimos un recorrido por la historia del blog y su evolución como herramienta didáctica; analizamos sus características y sus usos didácticos; vimos cómo crear y configurar un blog y les presenté una alternativa que podría cumplir sus expectativas teniendo en cuenta el uso que querían darle a esta herramienta, la wiki.



La vida en un espacio de coworking

Este taller lo hicimos en la sede de The Translation Factory, para que tuvieran la posibilidad de conocer el espacio de primera mano. Aquí vimos en qué consiste un espacio de coworking; cuál es su filosofía; qué características definen a quienes trabajamos en estos espacios; cómo nació nuestro espacio, cómo funciona y quiénes lo integran; qué nos puede aportar un espacio de coworking como docentes y qué podemos aportar nosotros; y en qué medida puede ser interesante para futuros profesionales que vienen de la Formación Profesional (que es el perfil de los estudiantes de los profesores que asistieron al taller).



Fueron unos días muy intensos pero estoy muy contento con el resultado y con la implicación de los profesores que participaron en los talleres. Y, por supuesto, gracias a Educación Digital y a Tribeka por confiar en mí para impartir estos talleres.

Asistentes a los talleres



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