¡Hola! Me llamo Óscar y posiblemente, como tú, soy
profesor de español. Lo que seguramente nos diferenciará es que yo solo trabajo
por Internet. Cuando vivía en Bilbao (España), decidí dar un giro a mi vida y
me fui a vivir a Brasil donde comencé a dar clases presenciales, después de
prepararme para ser profesor de español. Enseñé en escuelas, en empresas y en
casa. Lo que más me gustó de esa época fue la posibilidad de trabajar para mí
mismo, enseñando a alumnos particulares, pero sin tener que depender de un
centro educativo para conseguir nuevos estudiantes y pudiendo decidir en cada
momento lo que tenía que enseñar y cómo debía hacerlo.
Tras 3 años en Brasil me mudé a España de nuevo donde la dificultad de
conseguir trabajo como profesor presencial nos llevó a mi pareja y a mí a
lanzarnos a la aventura de enseñar idiomas por Internet. No sabíamos si podía salir bien, pero fue un
riesgo que decidimos aceptar. En realidad, pensábamos que no sería tan difícil
ya que contábamos con unos pocos exalumnos presenciales que querían continuar
recibiendo clases online y conocíamos una plataforma online donde buscar
alumnos o, mejor dicho, donde ellos nos podían buscar como profesores.
Hoy vivo cambiando de casa cuando nos apetece y con el único requisito
de tener una conexión de Internet decente.
Mi propuesta
Si no te has planteado nunca dar clases de español u otros idiomas por
Internet, formas parte de un gran grupo: el de la mayoría de los profesores que
nunca han pensado en esta posibilidad. Si por el contrario, sí que se te había
pasado por la cabeza, pero aún no te has atrevido a probar porque piensas que
dar clases por Internet es más una afición que una profesión, déjame explicarte
que esto no es para nada como tú piensas.
Cuando vi que se podía vivir exclusivamente de lo que ganaba dando
clases por Internet, me di cuenta de que no había muchos profesores que
hiciesen lo mismo. Al principio, esto me pareció increíble, pero lo cierto es
que yo mismo no descubrí dicha posibilidad hasta que llegó un momento de
necesidad. Cuando llegó un momento en que mi estabilidad laboral y económica
alcanzó un punto de tranquilidad, comencé a pensar en hablar a todo el mundo
sobre esta modalidad de enseñanza.
Fue entonces cuando creé una página (https://www.unidiomacadavez.com) en
la que explicar, ayudar y aconsejar acerca de este tema. Dicha página me ha
ayudado mucho a comprender los problemas que los profesores pasamos cuando
decidimos probar las clases por Internet. Son variados, yo ya los experimenté
por mí mismo, pero el principal de todo es que muchas personas no saben ni por
dónde empezar.
Este artículo pretende explicar una serie de pasos que te ayudarán a tomar
decisiones o, por lo menos, a no perder el tiempo en averiguar todos los puntos
a los que tendrás que prestar atención cuando comiences a enseñar a distancia.
1. Decide a quién quieres dar
clases
A muchos no les parece una parte muy importante en el proceso de
convertirse en profesor online. Pero, piénsalo bien. Cuando buscas otros
profesores como tú en tu ciudad, la competencia puede ser pequeña o grande
dependiendo del lugar, pero con bastante seguridad es muy limitada, sobre todo
si vives en un país donde no se habla el idioma que enseñas. Sin embargo, en
Internet tienes miles de personas que intentan enseñar el mismo idioma que tú.
Obviamente, también hay miles o millones de posibles estudiantes. De ti depende
hacerte visible y que lleguen a ti el número de estudiantes que necesitas para
poder vivir de esta profesión.
Ante la gran competencia que existe en Internet, el secreto está en
diferenciarse, dedicarse a un grupo de alumnos en particular, bien sea por su
idioma nativo, su nivel, su localización o por cualquier otro tema. Al final,
si vas a comprar un buen lapicero, ¿dónde lo buscas? ¿En una papelería o en un
supermercado? En el súper puedes encontrar de todo y, quizás, a buenos precios.
Pero en la papelería vas a encontrar mayor variedad y precios. En los idiomas
es igual. El alumno va a escoger al profesor que mejor se adapte a sus propias
circunstancias y necesidades.
2. Prepara material
Si ya has tenido clases presenciales con alumnos individuales, la gran
parte de tu material la vas a poder seguir usando, solo necesitarás convertir
dicho material a formato digital. En estos casos, siempre recomiendo el uso de
Google Drive, en concreto de Google Docs, para guardar y usar todos tus
archivos.
3. Crea tu cuenta en PayPal
Actualmente no es muy práctico dar clases online sin una cuenta de
PayPal. La mayoría de los alumnos van a escoger este sistema para pagarte,
excepto unos pocos que preferirán hacerlo por transferencia bancaria. También
existen algunos países donde PayPal no es tan popular. Hay alternativas, pero
realmente no son tantas como parecen.
4. Decide los precios
No eres profesor por afición y quieres ganarte la vida con esta
profesión, así que no seas humilde. Pon los precios que crees que mereces.
Internet no significa 'más barato' por mucho que algunos lo continúen pensando.
Vas a continuar haciendo el mismo trabajo que en las clases presenciales o, tal
vez, más.
5. Decide tus horarios
Trabajando en casa puedes estar 24 horas al día disponible. Yo ya he
saboreado esa ventaja que se convierte en desventaja cuando ves que tus alumnos
reservan las clases a horas salteadas haciendo que el resto del día te sea
imposible aprovecharlo. Así que ten cuidado, quizás al principio puedes decidir
trabajar hasta muy tarde para llegar a más zonas horarias en el planeta. Pero
tu cuerpo, en un momento u otro, te va a exigir descanso.
6. Aprende a usar los programas
No necesitas ser informático para dedicarte a enseñar por Internet, pero
aprende todo lo que puedas sobre Skype, Hangouts o el programa que prefieras usar para comunicarte con tus alumnos. Además de facilitarte la vida, podrás
ayudar a tus estudiantes cuando estos tengan problemas con los programas. Y
créeme, los tendrán.
7. Si puedes, practica
Si no sabes si estás preparado para dar clases online y tienes alumnos
presenciales de confianza, ofréceles probar alguna clase por Internet. Si estás
con ganas, se la puedes ofrecer gratuita o a mitad de precio (la primera) solo
para animarles un poco. Así verás cuál es la realidad de este tipo de clases.
8. Apúntate a varias
plataformas
En Internet existen decenas de plataformas para conectar alumnos y
profesores de idiomas online. Muchos profesores tienen la suya preferida. A mí
me funcionan mejor Italki o VerbalPlanet.
9. Crea tu página web
Lo malo de las plataformas es que, normalmente, los precios que puedes
exigir a tus estudiantes son más bien bajos. Aunque, esto depende del idioma
que enseñes y a quién te dirijas. En español no suelen ser precios demasiado
buenos. Aquí entra la labor más provechosa que es la de buscarte por tu cuenta
a tus futuros alumnos. A través de tu propia página web y de una buena
publicidad (no necesariamente de pago), podrás llegar a encontrar muchos
estudiantes, con la diferencia de que en este caso, eres tú y solo tú quien
habrá decidido los precios.
Esto es todo. Sé que, seguramente, pensarás que no te he evitado
demasiados problemas si estás pensando en comenzar a dar clases online. Pero la realidad es que esta simple guía ayuda mucho más de lo que parece. Cuando
comenzamos un nuevo proyecto, aunque estemos familiarizados con el entorno, lo
que más nos distrae en muchas ocasiones es el orden en el que hay que hacer las
tareas y cuáles son dichas tareas. A partir de ahora eres tú quien tiene que
dar los siguientes pasos.
Óscar Ortega: mail@unidiomacadavez.com
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