martes, 13 de diciembre de 2016

Tu Rincón #8 - Óscar Ortega - 9 pasos para comenzar a dar clases online

¡Hola! Me llamo Óscar y posiblemente, como tú, soy profesor de español. Lo que seguramente nos diferenciará es que yo solo trabajo por Internet. Cuando vivía en Bilbao (España), decidí dar un giro a mi vida y me fui a vivir a Brasil donde comencé a dar clases presenciales, después de prepararme para ser profesor de español. Enseñé en escuelas, en empresas y en casa. Lo que más me gustó de esa época fue la posibilidad de trabajar para mí mismo, enseñando a alumnos particulares, pero sin tener que depender de un centro educativo para conseguir nuevos estudiantes y pudiendo decidir en cada momento lo que tenía que enseñar y cómo debía hacerlo.
Tras 3 años en Brasil me mudé a España de nuevo donde la dificultad de conseguir trabajo como profesor presencial nos llevó a mi pareja y a mí a lanzarnos a la aventura de enseñar idiomas por Internet.  No sabíamos si podía salir bien, pero fue un riesgo que decidimos aceptar. En realidad, pensábamos que no sería tan difícil ya que contábamos con unos pocos exalumnos presenciales que querían continuar recibiendo clases online y conocíamos una plataforma online donde buscar alumnos o, mejor dicho, donde ellos nos podían buscar como profesores.
Hoy vivo cambiando de casa cuando nos apetece y con el único requisito de tener una conexión de Internet decente.

Mi propuesta
Si no te has planteado nunca dar clases de español u otros idiomas por Internet, formas parte de un gran grupo: el de la mayoría de los profesores que nunca han pensado en esta posibilidad. Si por el contrario, sí que se te había pasado por la cabeza, pero aún no te has atrevido a probar porque piensas que dar clases por Internet es más una afición que una profesión, déjame explicarte que esto no es para nada como tú piensas.
Cuando vi que se podía vivir exclusivamente de lo que ganaba dando clases por Internet, me di cuenta de que no había muchos profesores que hiciesen lo mismo. Al principio, esto me pareció increíble, pero lo cierto es que yo mismo no descubrí dicha posibilidad hasta que llegó un momento de necesidad. Cuando llegó un momento en que mi estabilidad laboral y económica alcanzó un punto de tranquilidad, comencé a pensar en hablar a todo el mundo sobre esta modalidad de enseñanza.
Fue entonces cuando creé una página (https://www.unidiomacadavez.com) en la que explicar, ayudar y aconsejar acerca de este tema. Dicha página me ha ayudado mucho a comprender los problemas que los profesores pasamos cuando decidimos probar las clases por Internet. Son variados, yo ya los experimenté por mí mismo, pero el principal de todo es que muchas personas no saben ni por dónde empezar.
Este artículo pretende explicar una serie de pasos que te ayudarán a tomar decisiones o, por lo menos, a no perder el tiempo en averiguar todos los puntos a los que tendrás que prestar atención cuando comiences a enseñar a distancia.


1. Decide a quién quieres dar clases
A muchos no les parece una parte muy importante en el proceso de convertirse en profesor online. Pero, piénsalo bien. Cuando buscas otros profesores como tú en tu ciudad, la competencia puede ser pequeña o grande dependiendo del lugar, pero con bastante seguridad es muy limitada, sobre todo si vives en un país donde no se habla el idioma que enseñas. Sin embargo, en Internet tienes miles de personas que intentan enseñar el mismo idioma que tú. Obviamente, también hay miles o millones de posibles estudiantes. De ti depende hacerte visible y que lleguen a ti el número de estudiantes que necesitas para poder vivir de esta profesión.
Ante la gran competencia que existe en Internet, el secreto está en diferenciarse, dedicarse a un grupo de alumnos en particular, bien sea por su idioma nativo, su nivel, su localización o por cualquier otro tema. Al final, si vas a comprar un buen lapicero, ¿dónde lo buscas? ¿En una papelería o en un supermercado? En el súper puedes encontrar de todo y, quizás, a buenos precios. Pero en la papelería vas a encontrar mayor variedad y precios. En los idiomas es igual. El alumno va a escoger al profesor que mejor se adapte a sus propias circunstancias y necesidades.


2. Prepara material
Si ya has tenido clases presenciales con alumnos individuales, la gran parte de tu material la vas a poder seguir usando, solo necesitarás convertir dicho material a formato digital. En estos casos, siempre recomiendo el uso de Google Drive, en concreto de Google Docs, para guardar y usar todos tus archivos.


3. Crea tu cuenta en PayPal
Actualmente no es muy práctico dar clases online sin una cuenta de PayPal. La mayoría de los alumnos van a escoger este sistema para pagarte, excepto unos pocos que preferirán hacerlo por transferencia bancaria. También existen algunos países donde PayPal no es tan popular. Hay alternativas, pero realmente no son tantas como parecen.


4. Decide los precios
No eres profesor por afición y quieres ganarte la vida con esta profesión, así que no seas humilde. Pon los precios que crees que mereces. Internet no significa 'más barato' por mucho que algunos lo continúen pensando. Vas a continuar haciendo el mismo trabajo que en las clases presenciales o, tal vez, más.


5. Decide tus horarios
Trabajando en casa puedes estar 24 horas al día disponible. Yo ya he saboreado esa ventaja que se convierte en desventaja cuando ves que tus alumnos reservan las clases a horas salteadas haciendo que el resto del día te sea imposible aprovecharlo. Así que ten cuidado, quizás al principio puedes decidir trabajar hasta muy tarde para llegar a más zonas horarias en el planeta. Pero tu cuerpo, en un momento u otro, te va a exigir descanso.


6. Aprende a usar los programas
No necesitas ser informático para dedicarte a enseñar por Internet, pero aprende todo lo que puedas sobre Skype, Hangouts o el programa que prefieras usar para comunicarte con tus alumnos. Además de facilitarte la vida, podrás ayudar a tus estudiantes cuando estos tengan problemas con los programas. Y créeme, los tendrán.


7. Si puedes, practica
Si no sabes si estás preparado para dar clases online y tienes alumnos presenciales de confianza, ofréceles probar alguna clase por Internet. Si estás con ganas, se la puedes ofrecer gratuita o a mitad de precio (la primera) solo para animarles un poco. Así verás cuál es la realidad de este tipo de clases.


8. Apúntate a varias plataformas
En Internet existen decenas de plataformas para conectar alumnos y profesores de idiomas online. Muchos profesores tienen la suya preferida. A mí me funcionan mejor Italki o VerbalPlanet.


9. Crea tu página web
Lo malo de las plataformas es que, normalmente, los precios que puedes exigir a tus estudiantes son más bien bajos. Aunque, esto depende del idioma que enseñes y a quién te dirijas. En español no suelen ser precios demasiado buenos. Aquí entra la labor más provechosa que es la de buscarte por tu cuenta a tus futuros alumnos. A través de tu propia página web y de una buena publicidad (no necesariamente de pago), podrás llegar a encontrar muchos estudiantes, con la diferencia de que en este caso, eres tú y solo tú quien habrá decidido los precios.


Esto es todo. Sé que, seguramente, pensarás que no te he evitado demasiados problemas si estás pensando en comenzar a dar clases online. Pero la realidad es que esta simple guía ayuda mucho más de lo que parece. Cuando comenzamos un nuevo proyecto, aunque estemos familiarizados con el entorno, lo que más nos distrae en muchas ocasiones es el orden en el que hay que hacer las tareas y cuáles son dichas tareas. A partir de ahora eres tú quien tiene que dar los siguientes pasos.


Óscar Ortega: mail@unidiomacadavez.com


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jueves, 13 de octubre de 2016

Tu Rincón #7 - Katarzyna Hajost-Żak - «Vuelo con destino a Comunicación»

¡Hola a Todos!

Mi nombre resulta a muchos hispanohablantes impronunciable y por eso me llaman Kat. Soy licenciada en Filología Hispánica y profesora de ELE desde hace una década. Cursé el Máster en Traducción e Interpretación en la Universidad Jaguelónica en Cracovia y dediqué varios años a casi todos los tipos de traducción. El mundo de las lenguas extranjeras siempre ha sido mi hábitat, donde me siento viva y realizada. El Máster en Estudios Hispánicos Avanzados en la Universidad de Valencia me enseñó a no temer salirme del molde.

Actualmente vivo en Varsovia y trabajo como profesora de ELE en una universidad especializada  en Economía y Negocios con estudiantes de todo el mundo, lo que supone un reto de creatividad y me obliga a buscar un lenguaje universal de enseñanza. El resultado de esta búsqueda lo encarna el manual Español de otro planeta creado junto con mi mejor amiga  y profesora de ELE con muchas tablas.

Apuesto por lo absurdo y poco convencional, convencida de que la estética del esperpento ayuda en el aprendizaje de lenguas extranjeras.

Gracias a Ricardo por haberme abierto las puertas de este blog. Encantada de compartir mi experiencia con vosotros. Cualquier aportación es bienvenida con mente abierta.

Un saludo.

Katarzyna Hajost-Żak: k.hajost.zak@gmail.com 







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martes, 20 de septiembre de 2016

Tecnología para profesores Erasmus+



Reconozco que llevo mucho tiempo ausente de todo lo que tiene que ver con la formación del profesorado. Hace prácticamente dos años que no asisto a ningún encuentro porque me dejaron de parecer interesantes y empezaba a aburrirme ya que tenía la sensación de estar escuchando siempre a la misma gente hablando de las mismas cosas. Por esa misma razón llevo el mismo tiempo sin impartir cursos o talleres para profesores. He rechazado sistemáticamente todas las propuestas que me llegaban en este sentido porque no me parecía ético ni justo para los compañeros que iba a tener delante hacer algo que ni me motiva ni me apetece hacer.


En todo este tiempo, a parte de a trabajar (obviamente), me he dedicado a participar como alumno en contados cursos relacionados con la docencia (aspectos o ámbitos muy específicos que me interesan especialmente) y, sobre todo, en infinidad de cursos que no tienen absolutamente nada que ver con la enseñanza ni con el mundo de ELE, porque es lo que siento que necesito hacer en estos momentos.


A principios del verano, sin embargo, las compañeras de Educación Digital, con quienes llevo muchos años colaborando en diferentes proyectos, me propusieron impartir una serie de talleres organizados por Tribeka para un grupo de profesores italianos de Erasmus+; y aquí sí que sentí que esto era para mí, sí que se me removió algo por dentro que me animó a aceptar la propuesta.


Se trataba de impartir un total de cuatro talleres sobre (nuevas) tecnologías y un taller sobre en qué consiste y cómo funciona un espacio de coworking, en este caso, The Translation Factory, donde Eduación Digital tiene su sede y del que formo parte desde que abriera sus puertas en febrero de 2013.


La propuesta me enamoró desde el primer momento por dos razones que hacían de ella algo que no tenía nada que ver con todo lo que he había hecho hasta entonces y que a su vez me suponían un reto que me motivaba y al que me apetecía enfrentarme:


  • Tenía que impartir los talleres en italiano que, como muchos sabéis, es mi lengua de especialidad; lengua en la que por desgracia trabajo mucho menos de lo que me gustaría.


  • Los compañeros que iban a recibir esta formación no son profesores de ELE, algunos ni siquiera son profesores de idiomas. Había profesores de materias muy diversas: Inglés, Matemáticas, Historia, Nutrición, Religión, etc. Esto me obligaba a modificar muchos planteamientos que había seguido en talleres similares y a adaptar los contenidos para que fueran significativos para todos ellos.


Además, iba a tener la oportunidad de hablar también sobre la filosofía coworking, un espacio sin el que me costaría entender hoy en día mi vida profesional y en el que han surgido o se han desarrollado la mayor parte de los proyectos en los que he trabajado en los últimos tres años o en los que trabajo actualmente, y me apetecía mucho poder compartir todas estas experiencias con otros compañeros de profesión.


Lo primero que hice fue proponer a todos los profesores que iban a participar en los talleres  que completasen un cuestionario en línea que creé para ellos y que me permitiera elaborar los contenidos del programa en base a sus conocimientos tecnológicos y sus expectativas con respecto al curso.


Ya en Málaga, comenzamos los talleres con una introducción sobre el papel que desempeña actualmente la tecnología en nuestras vidas, reflexionando sobre el uso que hacemos de ella en nuestra vida cotidiana y dentro del aula o fuera de ella pero con fines didácticos. ¿Es realmente necesaria? ¿Qué nos aporta de valor para justificar su uso en el aula? Para mí, y después de muchos años experimentando con la tecnología en mis clases, no tiene sentido forzar su uso en el aula si no somos usuarios activos de esa tecnología en nuestro día a día. Y como ya señaló Tíscar Lara en su momento, tampoco conviene usar la tecnología en el aula si con ella no vamos a hacer algo que no podríamos hacer de ninguna otra forma; si vamos a hacer exactamente lo mismo que podríamos hacer sin ella, ¿tiene sentido usarla? ¿Está justificado su uso? ¿Qué podemos hacer con ella? Sobre este tema os recomiendo la lectura de este post de María Méndez Santos, en el que me basé para crear esta imagen sobre algunos de los usos de la tecnología en el aula.




El uso de aplicaciones móviles en el aula


Este debate nos llevó directamente al uso de las aplicaciones móviles, el primer taller programado para este curso. En él analizamos, de nuevo, el uso que hacemos de estas aplicaciones, el peliagudo tema del uso del móvil en los centros educativos y cómo ha evolucionado el uso que hacemos de dispositivos móviles con fines educativos, para terminar conociendo y probando algunas aplicaciones educativas, otras para crear contenidos y buscando usos didácticos para otras apps que no tienen esa finalidad.



El uso de Facebook con fines didácticos


En el segundo taller, dedicado a los usos didácticos de Facebook, comenzamos debatiendo acerca de las características que hacen de Facebook una buena y posible plataforma para trabajar con nuestros estudiantes. Incidimos especialmente en el tema de la privacidad y analizamos todas las configuraciones para establecer el nivel de privacidad en nuestro perfil que más nos interese antes de lanzarnos a trabajar en Facebook con nuestros alumnos. Una vez hecho esto, vimos cómo crear y configurar un grupo en Facebook y cómo podemos usarlo como herramienta para nuestras clases. Además, creamos nuestro propio grupo que usamos durante el curso y que seguimos usando para poner en práctica todo lo que hemos visto y para que puedan probar y experimentar antes de decidir si quieren usar esta herramienta o no con sus estudiantes. Por último, y ya que algunos de ellos ejercían también labores administrativas en su centro, vimos cómo crear, configurar y usar una página de Facebook para el centro escolar.



Cómo usar las redes sociales en el aula

En este taller debatimos acerca del papel que desempeñan actualmente las redes sociales en nuestra vida tanto personal como profesional y qué ventajas y desventajas pueden ofrecernos en caso de utilizarlas como herramientas didácticas. Asimismo, repasamos algunas de las redes sociales educativas más conocidas/usadas y trabajamos en la adaptación didáctica de otras redes sociales no educativas, como Instagram, Twitter o Pinterest, para elaborar un banco de posibilidades de usos didácticos en función de las asignaturas que impartían cada uno de los participantes en el taller.



Cómo usar un blog educativo

El último taller programado sobre tecnologías estaba dedicado al blog. En él hicimos un recorrido por la historia del blog y su evolución como herramienta didáctica; analizamos sus características y sus usos didácticos; vimos cómo crear y configurar un blog y les presenté una alternativa que podría cumplir sus expectativas teniendo en cuenta el uso que querían darle a esta herramienta, la wiki.



La vida en un espacio de coworking

Este taller lo hicimos en la sede de The Translation Factory, para que tuvieran la posibilidad de conocer el espacio de primera mano. Aquí vimos en qué consiste un espacio de coworking; cuál es su filosofía; qué características definen a quienes trabajamos en estos espacios; cómo nació nuestro espacio, cómo funciona y quiénes lo integran; qué nos puede aportar un espacio de coworking como docentes y qué podemos aportar nosotros; y en qué medida puede ser interesante para futuros profesionales que vienen de la Formación Profesional (que es el perfil de los estudiantes de los profesores que asistieron al taller).



Fueron unos días muy intensos pero estoy muy contento con el resultado y con la implicación de los profesores que participaron en los talleres. Y, por supuesto, gracias a Educación Digital y a Tribeka por confiar en mí para impartir estos talleres.

Asistentes a los talleres



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